Salimos por el mismo recorrido de la semana pasada hasta el Pujol de Llentes, donde cogimos dirección a
la casa del mismo nombre y un poco antes de llegar a esta unas marcas rojas en un árbol nos muestran el camino y hacen ciertas mis sospechas de un desvío de 500 metros con respecto al mapa Alpina.
Una vez en la entrada de la cueva y tras observar que en la nieve no existían huellas de algún animal que pudiese habitarla y nos pudiera sorprender, encendemos los frontales y nos adentramos en su interior, nada mas entrar y sin acostumbrar nuestros ojos a la oscuridad pasamos una sala bastante alargada de unos 10-15 metros, aún sin ver demasiado nos agachamos y caminamos arrastrándonos unos 10 metros, y accedemos a una sala aún mas grande de al menos 25 metros habitada por una g
ran comunidad de murciélagos. Llegamos hasta el final de esta sala y continuo por un pasillo arrastrándome durante unos 5 metros hasta que comienzo a notar que me entran rampas en una pierna y puesto que Jordi ya no me seguía decido dar la vuelta y volvemos a salir de la cueva hasta encontrar la luz del día.
Ahora queda el camino de vuelta y yo no me encuentro bien y todo mi cuerpo se resiente del resfriado, toda la vuelta me arrastro intentando seguir a Jordi, decidimos regresar por el Torrent de la Cabana ya que creemos que es mas directo, y al pasar Sant Feliu d'Estiula le digo que siga a su ritmo ya que tenía prisa, nos despedimos y yo continuo arrastrándome hasta casa, y acabo hecho polvo tras 27 Km y algo de espeleo.
El Domingo me levanto tarde y me voy ha hacer el Bastiments, llego a Vallter sobre las 11 y coincido con un gran grupo de soldados del ejercito, vestidos de camuflaje para nieve pero que la mayoría parecía que s
olo habían visto la nieve en la tele, que con sus raquetas y sus fusiles ocupaban toda la trazada de subida por dentro de la vaguada del Ter y a los cuales me costo un rato superar, una vez los pase seguí subiendo por una buena nieve hasta el Coll de la Marrana y desde aquí seguí las múltiples conversiones hasta la misma cima, quite pieles y baje. Un poco antes de llegar a las pistas me encontré a todo el pelotón "camuflado" encima de la nieve , acabé de bajar y llegué al coche en 2 horas y con mejores sensaciones que el Sábado.
Quina mala jugada això del refredad ; recuperat força aquesta setmana que ens queda una dura proba a la Vall del Congost
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