lunes, 15 de marzo de 2010

Arrastrando un resfriado

Después de arrastrar el resfriado durante toda la semana el sábado creía que ya me había recuperado, pero eran todo falsas sensaciones, quede con Jordi Tubau a las 8 en Campdevánol con intención de que con su ayuda encontrara la Cueva de Llentes que la semana pasada con la ayuda del mapa Alpina no fui capaz de encontrar.


Salimos por el mismo recorrido de la semana pasada hasta el Pujol de Llentes, donde cogimos dirección a la casa del mismo nombre y un poco antes de llegar a esta unas marcas rojas en un árbol nos muestran el camino y hacen ciertas mis sospechas de un desvío de 500 metros con respecto al mapa Alpina.


Una vez en la entrada de la cueva y tras observar que en la nieve no existían huellas de algún animal que pudiese habitarla y nos pudiera sorprender, encendemos los frontales y nos adentramos en su interior, nada mas entrar y sin acostumbrar nuestros ojos a la oscuridad pasamos una sala bastante alargada de unos 10-15 metros, aún sin ver demasiado nos agachamos y caminamos arrastrándonos unos 10 metros, y accedemos a una sala aún mas grande de al menos 25 metros habitada por una gran comunidad de murciélagos. Llegamos hasta el final de esta sala y continuo por un pasillo arrastrándome durante unos 5 metros hasta que comienzo a notar que me entran rampas en una pierna y puesto que Jordi ya no me seguía decido dar la vuelta y volvemos a salir de la cueva hasta encontrar la luz del día.

Ahora queda el camino de vuelta y yo no me encuentro bien y todo mi cuerpo se resiente del resfriado, toda la vuelta me arrastro intentando seguir a Jordi, decidimos regresar por el Torrent de la Cabana ya que creemos que es mas directo, y al pasar Sant Feliu d'Estiula le digo que siga a su ritmo ya que tenía prisa, nos despedimos y yo continuo arrastrándome hasta casa, y acabo hecho polvo tras 27 Km y algo de espeleo.


El Domingo me levanto tarde y me voy ha hacer el Bastiments, llego a Vallter sobre las 11 y coincido con un gran grupo de soldados del ejercito, vestidos de camuflaje para nieve pero que la mayoría parecía que solo habían visto la nieve en la tele, que con sus raquetas y sus fusiles ocupaban toda la trazada de subida por dentro de la vaguada del Ter y a los cuales me costo un rato superar, una vez los pase seguí subiendo por una buena nieve hasta el Coll de la Marrana y desde aquí seguí las múltiples conversiones hasta la misma cima, quite pieles y baje. Un poco antes de llegar a las pistas me encontré a todo el pelotón "camuflado" encima de la nieve , acabé de bajar y llegué al coche en 2 horas y con mejores sensaciones que el Sábado.








1 comentario:

  1. Quina mala jugada això del refredad ; recuperat força aquesta setmana que ens queda una dura proba a la Vall del Congost
    ens veiem

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