lunes, 2 de noviembre de 2009

BTT y VF

Este fin de semana ha sido de esos en los que en la variedad esta el gusto, el sábado BTT y el domingo ferrata y running.




El Sábado habíamos quedado a las 9 en Campdevànol, salimos Jordi M, Xevi G y yo, dirección Ripoll donde recogimos a Dani B, hasta allí fuimos a un muy buen ritmo (mas de marcha cicloturista que de BTT), y una vez los cuatro juntos, subimos la pista que llega hasta la ermita de Sant Antoni para casi arriba desviarnos a la derecha dirección Llaers, seguimos subiendo por una pista que nos iba mostrando los diferentes colores del otoño, hasta un collado donde hay una torre eléctrica y donde el camino parecía desaparecer, ya que había que bajar por una espectacular y bastante cicleable trialera hasta una casa que se veía abajo, una vez allí entramos a una pista que seguimos bajando hasta llegar al camino que va paralelo al río Ter el que seguimos un par de quilómetros hasta un nuevo giro a la izquierda para volver a remontar a un collado, aquí mis compañeros se me escaparon por primera vez, aunque no tarde en alcanzarlos ya que apartir de aquí los guiaría yo, cogimos una pista que desciende hasta una bonita riera y nos lleva hasta la zona del Bisaura que esta época del año es algo más que impresionante con sus mil colores otoñales, de aquí comenzamos la mas larga y dura subida del dia hasta los Bufadors, aquí Jordi y Xevi se escaparon y yo intenté aguantar a Dani, y casi lo conseguí, de no ser por que mi bicicleta empezó a hacer cosas raras. Una vez volvimos a juntarnos yo noté que algo no iba bien, mi BTT hacia unos raros ruidos y mi pedaleo iba a tirones, cuando logré hacerlos parar revisamos mis cambios y mi cadena y el diagnostico fue: -"Bicicleta nueva". Desde aquí fuimos a buscar la pista de Llaers y subimos hasta el mismo pueblo y seguimos subiendo hasta el Coll de Bena, para hacer una rápida bajada a la riera de Vallfogona y volver a remontar hasta la carretera de Vallfogona, ahora generamos un breve debate sobre si subíamos o no a las Carboneres y bajábamos desde allí a Ripoll o si bajábamos por la carretera, y por suerte conseguí hacerlos entrar en razón y subimos a las Carboneres, como ya las fuerzas empezaban a fallar tuve una de las caídas mas absurdas que he tenido nunca ya que me caí en subida y hacia atrás quedando tumbado en el suelo con la bici encima mío, tras echar unas risas hicimos la última bajada a Ripoll y volvimos a Campdevánol, según el cuenta de Xevi habíamos ido a un buen ritmo casi 50 Km (49,8) en unas 3 horas 10 minutos y algo mas de 1200 metros de desnivel positivo, toda una paliza.

A la tarde llevé la BTT al taller, y tendré que cambiar la cadena, los platos pequeño y mediano y el cassette trasero, además de algún engrase de cortesía.

El Domingo fui con Yolanda a hacer la ferrata de las Gorgues Corcades de Centelles, ya que la última vez que la hicimos aún no estaba el puente nepalí de 69 metros que hay ahora. La zona donde hay que dejar el coche estaba a tope lo que nos hizo pensar como estaría la ferrata, y así fue, nada mas salir atrapamos un grupo de unas cinco personas con poca experiencia, que a la que pudimos y nos dejaron les pasamos, justo delante volvimos a topar con otro grupo que pasamos en uno de los tramos de enlace, al llegar al puente nepalí y viendo la gente que esperaba para pasarlo decidimos saltárnoslo y seguimos la vía por debajo por los escalones, volvimos a pasar algún grupo mas, y seguimos subiendo hasta el curioso paso de la escalera y el último techo hasta alcanzar la senyera que hay en la cima. Bajamos hasta el coche por el sendero marcado con marcas amarillas y echamos la mañana.


Por la tarde salí una hora a correr con mi perro que me lo agradeció como siempre con su movimiento de cola, y acabé de aprovechar el fin de semana.

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