sábado, 5 de marzo de 2011

Queyrás, esquí en los Alpes

Ya vuelvo a estar en el Ripollés y es hora de hacer balance de lo acontecido en esta semana en los Alpes del Sur y mas concretamente en la pequeña región francesa del Queyras, el resumen podría ser: un poco de todo y mucha nieve en el Queyrás.


Hoy hace exactamente una semana junto con Enric, Jesus y Jordi.P nos dirigimos a los Alpes franceses con la idea de alojarnos una semana en un apartamento y hacer esquí de travesía por algunos picos de la zona.



El primer día nos dirigimos a la localidad de Ristolas (1610m), desde aquí comenzamos a ascender con los esquís puestos desde el mismo coche y por dentro de un espectacular bosque con dirección al Pic de Segure (2990m), el ascenso entre árboles duró hasta la cota 2300 y una vez aquí el pico y otros tantos picos de la zona se abrieron ante nuestros ojos, tras reagruparnos en un pequeño collado comenzamos el ascenso cimero por unas inclinadas pendientes que nos dejaron en la antecima, tras descalzarnos los esquís trepamos a la rocosa cima del Pic de Segure.
Entonces tras las fotos de rigor regresamos hasta los esquís, nos los calzamos y iniciamos el que para mi a sido mi primer descenso alpino, y la verdad es que fue fantástico, con unos 2 palmos de nieve polvo que te hacían flotar por encima de la nieve.Al llegar a la cota 2350, volvimos a poner pieles y ascendimos al Pic Maloques (2650m), y la bajada volvió a ser genial, y el tramo de bosque impresionante.


Al día siguiente, el Lunes, nevaba bastante y nos acercamos a Pont Ariane (2024m), y bajo una intensa nevada nos dirigimos al Refugio Agnel (2580m) en la frontera con Italia. Al llegar aquí me doy cuenta que en la subida he perdido la cámara de fotos, decido descender solo para ver si tengo suerte y la encuentro. No hay suerte y tras buscar un buen rato donde hice la última foto la doy por perdida. Por la tarde me quito la rabia subiendo los 450 metros de desnivel de las pistas de esquí de Arveaux (donde estamos alojados).


El Martes, sigue nevando, incluso con mas intensidad y nos acercamos de nuevo al bosque de Ristolas y bajo la fuerte nevada intentamos subir por el bosque, y tras ascender unos 250 metros de desnivel lo damos por imposible ya que hemos de abrir traza sobre un metro de nieve nueva, a mí hay algún momento que la nieve me llega a la altura del pecho.... La bajada es imposible. Por la tarde vuelvo a ascender por las pistas de Arvieux, esta vez acompañado por Jesús y Jordi.

El Miércoles, y con un sol de escándalonos dirigimos a Prats de Bas (1500m), habíamos elegido otro valle en el que debían haber caído unos 40 cm de nieve, al salir por un tramo de bosque y al principio con un fuerte viento pudimos sentir algún alud en la lejanía que nos puso los pelos de punta. Seguimos nuestra ascensión y cuando se empezó a acabar el bosque y comenzó el terreno a ser mas inclinado, empezamos a sentir con se iban rompiendo las placas a nuestro paso, en algún momento incluso pensamos en dar la vuelta. Al salir a montaña abierta tuvimos que ir abriendo traza (Enric), sobre algún punto que daba auténtico miedo ya que parececía que se podría caer en cualquier momento, hubo un punto que pasamos de uno en uno por lo que pudiera pasar. Por fin conseguimos llegar a la carena que ascendía desde otro pueblo y por la que encontramos mucha gente, incluso dos cordadas con guías y donde por fin pudimos respirar tranquilos. Tras coronar la Gardiole (2786 m). Comenzamos un descenso, en el que la nieve estaba bastante pesada y en el que pudimos sentir como se iban rompiendo las placas. En este descenso y en sitio mas plano se hizo daño en la rodilla Enric, y ya no pudo volverse a poner los esquís.


El Jueves sin Enric, salimos desde el mismo Arvieux (1650m), con dirección a la zona del Grand Beal, pensábamos que en esta zona no había mucha nieve, pero la verdad es que acabamos la jornada alucinando con la esquiada que hicimos. Salimos con dirección a no se que collado, y siguiendo unas trazas de subida nos desviamos a la derecha, cuando nos dimos cuenta decidimos continuar a ver a donde iban. Comenzamos a subir por una inclinada canal en la que ganamos varios cientos de metros que nos metieron de lleno en un rocoso y alpino valle, desde aquí decidimos abandonar las trazas y abrir unas nuevas con dirección a una carena. Al llegar a lo alto de dicha carena las vistas eran espectaculares y el vértigo hacía acto de presencia, era de aquellos sitios por los que mi cerebro no paraba de repetir: "por donde cojones bajaré de aquí". La verdad es que era espectacular poder ver las paredes rocosas del Grand Beal tan cerca y tu allí en medio de tantas paredes, seguimos la carena y tras superar una corta pero inclinada pala llegamos a coronar un punto marcado en el mapa como cota 2760 pero sin nombre en línea de carena del Grand Beal, que desde aquí sin material de escalada eran totalmente inaccesible.
El descenso fue muy pero que muy inclinado y técnico y la nieve no estaba mal del todo, aunque en la ultima canal la encontramos un poco costra.

Ayer fue el último día y volvió a amanecer nevando, decidimos salir desde el apartamento (1700m) con los esquís puestos, y ascendimos el mítico en el Tour de Francia Col de l'Izouard de 2360 metros. Ascendimos por el interior del valle y bajamos por las pistas de esquí de fondo que utilizan la carretera en invierno. Al llegar al apartamento decidimos recoger y realizar ese mismo día el viaje de vuelta.







1 comentario:

  1. Que bien te lo montas pájaro !!Que envidia , una semanita en los Alpes....

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