lunes, 21 de mayo de 2012

Zegama: la épica de un gran maratón


Salimos el viernes de casa con dirección a Zegama y con los ánimos a tope aunque sabiendo que la climatología no acompañaría y con bastantes dudas sobre el estado de mis isquios, por fín y tras unas siete horas de coche a la 1 de la madrugada llegamos a la pequeña localidad de Zegama en la provincia de Guipuzcoa pero muy cerca de Alaba y Navarra, cuando llegamos ya llovía y así estuvo toda la noche. El Sábado mas de lo mismo, mas lluvia, mas niebla y temperaturas no muy agradables. Por la mañana visitamos algunos pueblos de la zona junto a mi amigo Jordi Uró (que también corría) y por la tarde recogimos los dorsales y asistimos a la presentación de la carrera en la que nos confirmaron en varios idiomas que se esperaba lluvia todo el domingo.
Por fin llegó el ansiado día... el día que llevaba esperando desde hacía años, por fin estaba tras la línea de salida de la Zegama 2012, la mejor carrera de Europa y una de las mejores del mundo, la lluvia caía insistentemente sobre los mas de seiscientos corredores que nos apelotonabamos buscando un lugar en la salida, cada uno con un objetivo en la cabeza, mientras que unos querían batir sus tiempos de otros años, otros querían ganar la carrera y otros como yo queríamos disfrutar de algo tan grande algo tan simple como formar parte por un día de la historia del trail running.
Yo mientras esperaba la salida y me acababa de despedir de algunos compañeros, miraba al cielo esperando una tregua a las horas de lluvia, y de pronto se enciende la música y comienza la cuenta atrás, hasta aquí aún todos somos iguales desde los afortunados que bajaran de las 4 horas hasta los que se verán obligados a abandonar la carrera tras varías horas de sufrimiento... Tres, dos, uno... Y ahora comienzan 600 historias diferentes todas con distintos finales y un denominador común: Una carrera, como explica Killian Jornet en su libro una vida que empieza y que acabara unas horas después.
Los primeros metros para estirar piernas por el pueblo donde todas las calles llenas de gente animan sin parar bajo la insistente lluvia, al salir del pueblo un primer muro deja a todo el mundo en su sitio, al acabar la larga y dura subida comenzamos a correr por pista llenas de barro y charcos, el paisaje es bonito aunque la lluvia y una fina niebla no dejan ver mucho, comienzan las primeras bajadas y con ellas los primeros patinazos... Hoy sufriremos!!! , Llegamos Otzaurte (pequeña aldea) que atravesamos y que esta a tope de público que anima sin parar con sus paraguas multicolores. El terreno cambia y aún patina mas por una inclinada subida llena de gente dando gritos de ánimo.

Continuamos subiendo por unos prados de hierba con dirección al monte Aratz (1446m), y al salir de una espesa arboleda y el terreno volverse pedregoso, la carrera se convierte en épica y la lluvia se convierte en nieve que el viento empuja hacia mi cara. Tras coronar comienza un descenso en el que gano varias posiciones y que nos lleva a la calzada romana de San Adrián y a pasar por dentro de la cueva, uno de los puntos característicos de la carrera. De aquí llego al Sacti spiritu , subida herbosa en la que se agolpa mucho público a ver pasar los corredores justo en la mitad de la carrera, veo a Yolanda que me anima e intento disimular el frío y el dolor de algunos de mis músculos,sigo subiendo dirección al Aiztxorri (1528m), ahora la nevada es intensa y los copos son bastante grandes, tras coronar comenzamos a crestear entre resbaladizas piedras para después afrontar la bajada hacia Oltze, una zona realmente bonita desde donde unos quilómetros después en el treinta coronaríamos el último collado antes de afrontar el retorno a la vida civilizada, aunque el terreno es complicado cojo un buen ritmo de bajada y se que aunque empiezo a notar molestias en el isquio y en las plantas de los pies conseguiré atravesar la línea de meta. La bajada es muy complicada y en algún punto el barro llega hasta las rodillas y en algún otro he de poner el culo en el suelo para pasar alguna inclinada bajada, al final llego a una pista de cemento y se que ahora ya esta solo queda una última bajada y atravesar el pueblo para parar el crono en 6:55h, en una de las mas épicas carreras que he hecho de momento y que creo que me costará superar.

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