El sábado disfruté del blanco... Si del blanco de la nieve como es evidente, ya que junto a Yolanda nos acercamos al Pas de la Casa y ascendimos al Pic d'Envalira de 2827m, para que ella iniciase su temporada de esquí de montaña, y la verdad es que aunque había bastante nieve la calidad era costra y muy difícil de esquiar, lo que hizo que ella no disfrutara mucho. Había mucha gente estrenando su temporada particular y pude saludar a alguno de esos colegas que una vez comienza la temporada empiezas a ver a menudo.
El domingo me decanté por los verdes y marrones del bosque, y realicé una bonita y larga ruta de unos cincuenta y tantos quilómetros de mountain bike por tierras Ripollesas junto a Lluis, en la que por fin encontramos un alucinante sendero que habíamos bajado en una marcha y que hasta ayer no habíamos sido capaces de volver a encontrar.... ¡una pasada de descenso!
Ahora solo cabe esperar que el blanco haga desaparecer el resto de los tonos y que los esquís llenen la mayor parte de mi tiempo libre haciendo lo que mas me gusta.
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