Para mi el otoño es la época del año ideal para practicar mountain bike ya que es en este momento cuando el bosque te muestra sus mejores colores y olores, y las retinas se te llenan de tonos marrones y rojizos, y puedes sorprender a algún pequeño animal que se apresura a preparar el próximo largo y duro invierno. Es una época en la que olvidas la calor del verano y en la que normalmente algún resfriado se apodera de tu cuerpo, y es entonces cuando la montaña parece que te engancha mas que nunca si cabe y te hace descubrir nuevas imágenes muchas de ellas de auténtica postal.
Sin ir mas lejos la semana pasada salí 5 veces en BTT, tres de estas salidas fueron rápidas de un par de horas escasas ya que comienza a anochecer demasiado temprano, y cuando llego el deseado fin de semana, entonces fue cuando de verdad disfrute de la belleza de este deporte haciendo dos salidas de muchos quilates.
El Sábado se acerco Xevi a Campdevánol y nos dirigimos hacia la zona de Ripoll y Sant Joan de les Abadesses para después regresar a Campdevánol realizando unos 43 Km mas de la mitad por senderos, alguno de ellos inéditos para mí , una ruta que nos gusto bastante a ambos y en la que encontramos 4 rovellones (todo un éxito teniendo en cuenta el año). El Domingo fui yo el que me acerqué a la Vall de Ribes, para realizar una ruta acompañado por Lluis, Jesús y nuestro guia de la zona Abraham que nos hizo disfrutar de otros cuarenta y tantos kilómetros por la zona de Campelles y Nevà por Coll Roig con descenso Freeride incluido, para regresar de nuevo a Ribes, de esta salida destacar la insistencia de Jesús con el que tuve una pugna por llegar el primero en todas y cada una de las subidas de este recorrido, y con el que cada ataque que nos realizábamos mutuamente acababa en risas.
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