Masella: Esquí de montaña

Desde el viernes pasado y hasta el día 4 de Enero, estoy disfrutando de los últimos días de vacaciones que aún me quedan, y aunque no iré a ningún sitio fuera de lo común aprovecharé para subir a hacer esquí de montaña varios días.

El lunes y hoy miércoles he estado por Campdevánol y he aprovechado para salir a correr un par de horas ambos días, a ritmo suave y disfrutando de la soledad que te proporciona el bosque los días de frío.

Ayer Martes por contrario y para variar subí a Masella a hacer esquí de montaña, para mi sorpresa, Masella me recordó a la de años atrás ya que encontré casi la misma gente haciendo pieles que esquiando en pistas (debe ser que es la única estación del Pirineo Oriental con mas de 900 metros esquiables).

Salí del coche a las 11 (horario de vacaciones!!!), y antes de ponerme los esquís me encontré con unos amigos que no veía desde la temporada pasada, Ricard y Alfons, empecé a subir con ellos y a pocos metros de salir se pararon a charlar con algunos bomberos del GRAE que también hacían pieles, yo para no estar parando y arrancando les dije que seguía, y seguí subiendo y al poco comencé a pasar grupitos de gente que iban subiendo, y a cruzarme con mas esquiadores de montaña que bajaban. Llegando a la estación intermedia (Cap del Bosc), me pasó Alfons que ya iba entrenando para alguna carrera (entre ellas la Pierra-Menta), charlamos un poco, hasta que volvió a apretar y yo lo fui siguiendo a mi ritmo por unas zetas perfectas a la izquierda del telearrastre de la Tosa. Al volver a salir a las pistas, o mejor dicho donde acaban los 750 m que tiene abiertos Masella, PROBLEMA: -Mierda !! se me ha despegado una piel y esta empapada. Decido bajar al coche y coger otras que siempre llevo, y así lo hago. Empiezo mi segunda subida y lo mismo, ahora me cruzo con Ricard y Alfons que bajan, y mas gente que sube y que baja, al llegar al punto donde antes perdí la piel paso a un chico, con el que sigo hablando y al final llegamos a la Tosa juntos, y decidimos bajar juntos, en la bajada me encuentro a Robert que hacía un par de años que no nos veíamos y charlamos un par de minutos aunque el frío comienza a notarse y decidimos despedirnos, llegamos al parquing y aunque mi idea era hacer una tercera subida, dado que se me han congelado las manos y que empiezo a tiritar por el frío y el sudor, decido bajar para casa.